martes, 21 de abril de 2009

El empleo del tiempo

Las mujeres dedican 36 horas por semana al Trabajo No Remunerado (TNR), los hombres sólo 16.

Publicada en la diaria, 21 de abril, 2009.


Por TNR se entiende trabajo doméstico, cuidado de niños o personas dependientes y trabajo voluntario o al servicio de la comunidad. Este último incluye desde participar de una ONG hasta realizar militancia política, es decir, actividades que ocupen tiempo que podría ser destinado al Trabajo Remunerado (TR).
“El tiempo del TNR no un es tiempo libre, sino que tiene tanta rigidez como el trabajo para el mercado”, se explica en el libro Las bases invisibles del bienestar social. El trabajo no remunerado en Uruguay, presentado recientemente durante un seminario que llevó el mismo nombre.
En la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) se incluyó, en setiembre del 2007, el módulo “Uso del Tiempo y Trabajo No Remunerado”. La consulta registró 4.200 hogares (se entrevistó cara a cara a personas mayores de 14 años), gracias a la iniciativa del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) que hace tres años le planteó al INE la necesidad de conocer datos concretos sobre el tema.
El director de la División Sociodemográfica del INE, Carlos Calvo, adelantó que la intención es repetir la encuesta en 2010 y darle continuidad cada cinco años. La investigación costó US$ 49.500, de los cuales el INE invirtió US$ 5.800.
Por su parte, la directora técnica del INE, Alicia Melgar, dijo durante su ponencia en el seminario que “no tenía mucha idea de qué significaba esto del TNR, más allá de la experiencia personal de haber tenido tres trabajos más atender la casa”.
El trabajo fue posible gracias al esfuerzo conjunto de Unifem, junto al Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el INE. Contó con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). Lo que se propusieron fue cuantificar las diferencias que se producen en el reparto de tareas en lo cotidiano, como herramienta para trabajar por una mayor equidad de género.
“Desde Unifem apostamos a hacer visible esto que está invisibilizado al punto de que está naturalizado, que nunca se contabilizó como trabajo”, dijo Ana Falú, directora regional de Unifem para Brasil y el Cono Sur. Falú citó a las autoras, cuando narran que las amas de casa responden: “¿Profesión? Ama de casa. ¿Trabaja? No”.

Que sepa trabajar
Las mujeres dedican 65 horas al TNR y 35 al TR. Los hombres, 28 y 72, respectivamente.
La investigación “Uso del tiempo y desigualdades de género en el TNR” estuvo a cargo de la socióloga Rosario Aguirre, la editora del libro. Allí se concluye que la sociedad uruguaya
invierte 27,4 horas por semana en TNR. En el caso femenino hay una diferencia según el lugar donde viven: las mujeres del interior dedican seis horas más por semana al TNR que las montevideanas.
“Trabajo no es sólo TR”, afirmó Aguirre. “El TNR compensa las faltas del mercado: fundamentalmente son las mujeres las que llenan ese vacío”. La socióloga argumentó que hay que corregir estos desequilibrios por tres razones. Primero, por equidad de género, “para ampliar el ejercicio de los derechos económicos, políticos y sociales de las mujeres”. Segundo, por razones demográficas, “para que no haya que optar entre trabajar y tener hijos”. Tercero, por razones socioeconómicas, “para que aumente la participación de las mujeres en el mercado de trabajo”.
Quienes menos participan en el TNR son los estudiantes, con 12 horas semanales. En el otro extremo están los desocupados con 34 horas por semana (obviamente, se ubican después de las mujeres que se definen como amas de casa, con 51 horas). Si en el caso de los desempleados se trata de desempleadas, en vez de 34 horas por semana son 43.
Cuando el varón vive solo, pasa 21 horas por semana en las tareas del hogar (suponiendo que no debe cuidar a ningún niño o persona dependiente, ni hace trabajo voluntario), mientras que las mujeres en la misma condición habitacional dedican 27 horas por semana a esa misma faena.
Cuando el hombre vive con otra persona, la dedicación al TNR disminuye a 16 horas por semana, y al aumentar la cantidad de miembros de la familia, esa carga horaria se mantiene o incluso disminuye. No es así en el caso de las féminas: cuando viven con otra persona dedican 33
horas por semana y llegan a dedicar 41 horas cuando su núcleo familiar está constituido por cinco o más personas (en ese caso los hombres dedican solamente 15 horas). Luego de brindar este dato, Aguirre dijo sonriendo: “no hago comentarios”.

Cuidados familiares
La socióloga Karina Batthyány, autora del trabajo Cuidado de personas dependientes y género, definió al “cuidado” como la acción de ayudar a un niño o a una persona dependiente en el desarrollo y el bienestar de su vida cotidiana. Incluye tres dimensiones: cuidado material, que implica un trabajo en el sentido clásico de la conceptualización; cuidado económico, que implica asumir un costo monetario, y una dimensión psicológica, fundamentalmente de carácter afectivo o sentimental.
“Si bien hablamos en general de las mujeres, tenemos que tener claro que no se trata de un colectivo homogéneo”, aclaró Batthyány, que de inmediato agregó: “hay una característica que nos es común a todas. Todas cuidamos”. Argumentó que “las mujeres siempre destinan, por lo menos, dos veces más de su tiempo al TNR que los hombres”.
Calvo dio datos de 2008 sobre la población uruguaya: se proyecta un total de 3.334.052 personas, de las cuales 497.773 son menores de 10 años y 450.352 mayores de 64. “Un tercio de la población debe ser atendida”, indicó.
La tarea que registra mayor participación tanto de las féminas como de los varones es la de jugar con los más pequeños. A su vez, también es la que muestra la menor brecha entre ambos sexos. Las mujeres dedican 8,7 horas por semana a jugar con los niños, mientras que los hombres dedican siete. En el caso de ellos, justamente la tarea lúdica es la que más tiempo les lleva, mientras que invierten dos horas por semana para llevarlos al centro educativo (esto hace que dicha tarea sea la de menor frecuencia en hombres).
La cantidad de tiempo que se dedica al cuidado infantil depende directamente de la cantidad de niños en el hogar y de las edades que tienen. En el caso de los que tienen entre 6 y 12 años, se los atiende durante 14 horas por semana. A los menores de tres años se los cuida durante 40 horas semanales. Según la socióloga, hay al menos 100.000 mujeres uruguayas que se encargan
de cuidar a menores de 3 años. De ese total, el 47% pertenece al primer quintil de ingresos, que corresponde al 20% de la población con menores ingresos.
La presencia de niños es diferente según los estratos socioeconómicos. En el primer quintil, dos de cada tres hogares cuentan con al menos un menor de 12 años. En el último quintil, o sea el más adinerado, se registra la presencia de un niño de esa edad en una casa de cada diez.
Si nos referimos al cuidado de las personas dependientes (ancianos o enfermos crónicos), hay que
recordar que Uruguay es una sociedad envejecida: nuestro país cuenta con la tasa más alta de adultos mayores (de 65 años o más) del Cono Sur con el 12,9%.
El cuidado de personas dependientes se define de acuerdo a las actividades de dar de comer o ayudar a hacerlo; bañar, asear, vestir o ayudar a hacerlo; administrar medicinas; acompañar al servicio de salud; llevar de paseo o hacer compañía en el hogar, hacer alguna terapia especial
o ayudarles a realizar ejercicios. El 2,7% de la población declaró realizar alguna de estas tareas. Si bien Alicia Melgar aclaró a la diaria que en el INE son “reacios” a los números absolutos porque hay que tener en cuenta el margen de error, Batthyány se atrevió a utilizarlos: en el libro indica que se trata de unas 62.000 personas.

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