lunes, 15 de agosto de 2011

La voz de la infancia

Publicado en la revista Sala de Espera, en agosto de 2011.

Los niños escuchan música desde muy temprano. Cuando aún no nacieron, comparten los gustos de sus madres y, pocos años después, comienzan a manifestar inquietudes, a formar sus propios gustos. Y ahora, ya no sólo escuchan música, sino que también la crean.

Mientras hacía un brushing, la peluquera comentó que la única “música” que hacía dormir a su bebé de seis meses era el sonido del secador. Allí la prueba de que los niños se acostumbran a lo que oyen desde que están en la panza.
Desde hace un tiempo, la música “para grandes” también tiene su opción “para chicos”. Es así que surgieron discos en versiones infantiles de artistas muy populares, desde los Beatles hasta Michael Jackson, pasando por Elvis, Guns N Roses, Madonna, Bob Marley y hasta Mozart.
No es novedad que hay artistas que se dedican a crear música para niños, desde la recordada María Elena Walsh, hasta los inventores de Canciones para no dormir la siesta. En el mes del Día del Niño, Sala de espera dialogó con cuatro de los más novedosos colectivos artísticos dedicados a la infancia.

Gato peludo

Desde hace un par de años, los Premios Graffiti inauguraron la categoría Música Infantil. En 2011, la distinción se la llevó Gato Peludo, gracias a un disco que incluyó la voz invitada de Alberto Wolf. Que no sorprenda la inclusión de “Mandrake” en un disco para niños: “nuestras influencias van desde María Elena Walsh hasta Luis Pescetti, pasando por Los Redonditos de Ricota, Carlos Gardel, Adriana Calcanhotto, Ruben Rada, Liliana Herrero hasta The Beatles”, resumieron los músicos Sebastián Rivero y Natacha Ortega.
Los talleres de música que se brindan en Gato Peludo, contaron, son para ‘niños' de todas las edades, “desde los que están en la panza, hasta los que tienen 80 años”. Además, también hay talleres de fotografía, de cine, de expresión e imaginación constructiva. “La idea es acercar -desde el placer- al contacto con la música y la literatura: relacionarse musicalmente con el propio cuerpo y con el entorno. Como decía Tolkien: ‘abrazarnos a los lugares de sabiduría que traemos desde la infancia”.

Giraluna

Conciben el arte como una actividad “esencialmente humana, que libera, traduce emociones y transforma la frontera del ‘yo' en comunicación con el otro”. Es que en Giraluna no se reúnen -únicamente- para hacer música.
La historia comienza en 1988 cuando se creó el comedor infantil. Más tarde, se transformó en una ONG que atiende a unos 120 niños y adolescentes en el barrio de Nuevo París, cerca de la calle Llupes, evocada por Fernando Cabrera en El tiempo está después, tema que hoy también cantan los gurises de Giraluna.
Que salga la luna fue el primer disco del colectivo, en las voces de 25 de sus niños. Se llevaron el Graffiti en 2010 y todos los aplausos: espontáneos, subieron al escenario a regalar un tema.
“El disco es la oportunidad que cada uno de nuestros niños tiene de ser protagonistas, de apropiarse del arte, de sentirse sujetos culturales y constructores de identidad”, remarcó la directora del proyecto, Ana Campoleoni.
“Reconocemos en la música una capacidad única para alertar la conciencia, las capacidades cognitivas y afectivas. Es una herramienta fabulosa para resignificar nuestras vidas, por lo tanto -además de los talleres de música- en Giraluna se trabaja el Programa de Potenciación Creativa”. Por eso, también entienden a la música como un proceso responsable: “se elige en base a una escala de valores éticos y estéticos: cuando esa canción sale al mundo hay que cuidar muchas cosas que refieren a la comunicación y a la convivencia”.

Taller de Arte y Música Viva

Buscan estimular lo emocional, lo cognitivo, lo motriz y lo social a través de un acercamiento vivencial a la música, explicó la licenciada en Musicología y directora del taller, Inge Steffen. Son 15 docentes trabajando en forma coordinada, convencidos de que “todos, todos los niños deberían tener la posibilidad de desarrollarse a través del lenguaje artístico”.
Hoy en día tienen unos 100 alumnos, entre niños y adolescentes, quienes trabajan en grupos según sus edades. “Eso nos exige estar atentos a lo que significa la sensibilidad de estos tiempos y nos enfrenta a una diversidad que nos enriquece, como educadores y como adultos”.

Papagayo azul

“Es muy difícil definir qué es música infantil. Se vuelve muy importante construirse una idea sobre la infancia: algunos la ven como una versión disminuida de la adultez, otros le cantan a su propia infancia, también están los conceptos sobre la canción ‘didáctica', la idea de agitar, divertir y hasta de vender”, reflexionó Julio Brum, director del sello Papagayo Azul.
De hecho, se preguntó si los niños deberían “consumir” música. “La música tomada como consumo es un invento del marketing y de los certámenes, lo que genera graves confusiones en los artistas y en el público sobre la función de la música en las sociedades”. Opinó que los niños deberían “escuchar, interpretar y también crear” la mayor cantidad “de músicas y de canciones como sea posible”.
Papagayo Azul es una asociación civil sin fines de lucro que reúne a músicos y educadores que trabajan en la canción infantil. Ya tiene editados unos 20 discos, organiza un centenar de conciertos por año para escolares, y unos 25 abiertos a todo público, los domingos en la Sala Zitarrosa. Hace poco, además, pusieron a funcionar el portal Butiá, dirigido por Brum. Se trata de “una plataforma web única en el mundo, que reúne una importante cantidad de artistas de la canción infantil” de toda Latinoamérica. Allí hay juegos musicales y una tienda electrónica de canciones y discos para la infancia.
“La primera consecuencia del Butiá es la inminente incorporación al Plan Ceibal de un primer paquete de 100 canciones para su uso educativo y recreativo a través de un convenio con Antel”, contó Brum, quien concluyó: “Personalmente, me interesa el universo de las canciones que los adultos hacemos para comunicarnos con el mundo de la infancia; me interesa partir de la idea de respetar a los niños como seres sensibles y pensantes, que no solo juegan o se divierten, sino que además lloran, aman, se emocionan con el silencio y hasta elaboran ideas de justicia y equidad. Y, desde allí, crear canciones para ‘esa' infancia”.

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babiesgo.com
www.gatopeludo.com
onggiraluna.blogspot.com
www.potenciacioncreativa.blogspot.com
tallermusicaviva.com
butia.com.uy

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